viernes, marzo 17, 2006

DEVOCIONALES MISIONALES

DEVOCIONALES MISIONALES

A. DEVOCIONALES MISIONALES
Los siete pasos de la exitosa obra misional de los miembros:
1. Ore cada día de todo corazón para encontrar a alguien que pueda recibir el mensaje.
2. Busque diligentemente cada semana para encontrar a alguien que pueda recibir el mensaje.
3. Aproveche toda oportunidad para invitar con audacia tierna.
4. Siga orando diariamente.
5. Siga buscando semanalmente.
6. Siga invitando con audacia tierna.
7. no se de por vencido.




B. El devocional:
1. Establecer una cita:
- Con toda la familia.
- Explicar que solo dura 1 hora 20 minutos.
- Llevar una videograbadora.
- Explicar que no debe haber cena.
2. Llegar 5 minutos antes de la hora, hacer los preparativos e iniciar con una oración.
3. 15 minutos para hacer sentir el espíritu (video “un corazón y una mente bien dispuesta).
4. Explicar que significa “Convenio” y las tres misiones de la Iglesia.
5. Darles hojas y plumas a los integrantes de la familia y pedirles que anoten los nombres de algunas personas, las cuales:
- No deben estar interesados.
- No tienen que estar preparados.
- No se les visitara sin la autorización de la familia.
6. Leer la lista.
7. Seleccionar a unos 2 o 3 personas o familias.
8. Explicar porque se seleccionaron estas personas.
9. Oración de rodillas, la hace el padre de familia.
10. Explicar que significa fe.
11. Leer Santiago 2:16-17.12.
Pedir autorización para visitar a los seleccionados.
13. Buscar la experiencia con la familia, la familia nos presenta con los seleccionados.




C. Súper especial:

Todo el genero humano desea la felicidad en sus vidas, muchas personas se esfuerzan sinceramente por hacer de si mismas lo mejor, sin embargo, es sorprendente que muy pocas se den cuenta de que una forma segura de lograrlo se encuentra en las siguientes palabras de Jesucristo: “...y Jesús llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: si alguno de vosotros quiere venir en pos de mi, niéguese a si mismo, tome su cruz y sígame. Porque todo el que quiera ganar su vida, la perderá, y todo el que pierda su vida por causa de mi y del evangelio, la hallara, porque ¿qué aprovecha al hombre si ganare todo el mundo y perdiera su alma? ¿o que recompensa dará el hombre a su alma...? Jesucristo amo a sus semejantes de todo corazón, y con frecuencia se llenaba tanto de compasión que lloraba. Amo a los niños, a los ancianos, a los humildes y a la gente que tenia fe en el. El con toda humildad y con la mejor voluntad paso tremendos sufrimientos. El lo único que no pide es que nos arrepintamos y que vengamos a el y que le amemos con todo nuestro corazón y nos dice: “Sígueme”. “Iré y haré lo que el señor ha mandado, porque se que nunca da mandamientos a los hijos de los hombres sin prepararles la vía para que cumplan lo que les ha mandado”.

Sígueme.
Aquí yo voy, la vida quiero ver
Pues ya no soy el niño de ayer
La adversidad se que debo enfrentar
Hasta que al fin la guerra he de ganar.

Temor me da, enorme es el deber
Y Satanás me quiere hacer caer
¿qué puedo hacer? Le pregunto al señor
y el me responde con su gran amor.

Sígueme y aprende a obedecer
Sigue la luz que yo te doy
Y sentirás mi paz, si por siempre jamás
Pues Jesucristo soy.

En mi niñez, tan puro y limpio ser
jamás dude, pues me ayudo a ver
Sabia yo que el era un ser real
Se creación me ayudaba a aceptar

Pero al crecer, el mundo me hizo dudar
Y la verdad ansío yo encontrar
¡hazme saber! Le pido al señor
Y el me consuela con su gran amor.

Sígueme y aprende a obedecer
Sigue la luz que yo te doy
Y sentirás mi paz, si por siempre jamás
Pues Jesucristo soy.

“Aprende de mi y escucha mis palabras, camina en la mansedumbre de mi espíritu y tendrás paz, yo soy Jesucristo, vine por la voluntad de mi padre y su voluntad cumplo”

Que bendición es tener su verdad
Sentir su amor y a el poder orar.
En mi interior siento su luz brillar
Y el me guía y su gracia me da.

Siento una paz y una felicidad
Mucho mayor que la que el mundo da,
Con humildad pero con gran valor
Quiero hacer lo que manda el señor.

Sígueme y aprende a obedecer
Sigue la luz que yo te doy
Y sentirás mi paz, si por siempre jamás
Pues Jesucristo soy.Sígueme.


Yo quisiera relatarles una experiencia que tuve en la preexistencia, yo era solamente un espíritu que vivía con mi padre celestial, era muy feliz porque allá es un lugar hermoso. Había habido mucha excitación en aquel lugar pues no había transcurrido mucho tiempo desde el gran concilio donde aceptamos venir a este mundo y recibir un cuerpo de carne y huesos. La guerra ya había terminado. Lucifer había sido arrojado en compañía de sus huestes de la presencia de Dios. Los años fueron fugaces, gozaba de muchos amigos excelentes, y uno en particular de nombre Francisco. Disfrutamos nuestro tiempo juntos, llegamos a ser grandes amigos, un día al estar hablando, un ángel se acerco a nosotros y nos dio un sobre a cada uno. Sabíamos cual era el significado de eso, nos sentimos de una manera especial, llenos de felicidad, nos dirigimos a una arboleda y cada quien abrió su sobre. Estaba tan feliz que rasgue el sobre en dos partes. No podía dar crédito a lo que leía, el sobre decía que yo nacería de una familia de buenos padres, miembros de la iglesia de Jesucristo. Me entere de otras cosas maravillosas las cuales me entusiasmaron aun mas... el que yo serviría en una misión de tiempo completo compartiendo el evangelio con mis demás hermanos y hermanas, estaba realmente contento al pensar que seria bendecido con todas estas cosas. Me acerque a Francisco para compartirle el gozo que sentía... lo mire sollozando y con sus manos se cubría el rostro, lo cual me hizo pensar en su tristeza y le pregunte: ¿qué sucede? Sin obtener respuesta mire al suelo y vi su carta completamente arrugada, la recogí y empecé a leerla, me percate que iría a un matrimonio bueno, pero... sin el evangelio de Jesucristo, de cualquier forma el conservaría los deseos de conocer la verdad y la aceptaría cuando tuviera la oportunidad de hacerlo. Llego el momento de partir a la vida terrenal, al caminar por el corredor en silencio, pensaba como podría animar a francisco, sin lograrlo, llegamos al final del corredor y el me abrazo fuertemente y me dijo: “encuéntrame, encuéntrame...” le prometí que lo haría por el gran significado que tenia para mi, le prometí: “te hallare mi querido amigo”.

Te hallare mi querido amigo.

Antes que viniéramos al mundo
Vivimos con amigos amados
El concilio se junto, el plan resulto
El libre albedrío se nos dio.

Dijo el señor: encuentra a mis ovejas
Que en el mundo perdidas están
Le prometí que yo lo haría
Que por mi la verdad obtendrán.

Te hallare mi querido amigo
El plan te enseñare
Acéptame cuando te encuentre
Y la verdad te mostrare.

Recuerda que el valor de las almas
Es grande a la vista de Dios
Es hermoso encontrar
Las ovejas del señor.

Antes de la creación de nuestra tierra. Antes que el padre nos enviara aquí a morar, tu amigo fui, allí te prometí que te vería otra vez. Te buscaría por doquier para volver a nuestro hogar. Y para sostener el voto que te hice allí, muestro mi luz a todos en oscuridad.
Y si un día al pasar puedes mi voz escuchar, al vernos lagrimas caerán, recuerdos de un lejano ayer.

Tengo que enseñar a sus hijos
Pues hay muchas almas de oro
Necesitan saber que el evangelio de Jesús
Por el mundo marcha con fervor

Y si tu gozo es grande con un alma
Enseñada y traída a mi
Cuan grande tu corazón se exalta
Al traer más hacia mí.

Te hallare mi querido amigo
El plan te enseñare
Acéptame cuando te encuentre
Y la verdad te mostrare.

Recuerda que el valor de las almas
Es grande a la vista de Dios
Es hermoso encontrar
Las ovejas del señor.

Mi amigo te encontrare.


“Y si alguno de vosotros dice: yo amo a Dios y aborrece a su hermano, es un mentiroso, pues el que no ama a su hermano a quien ha visto ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? Y nosotros tenemos un mandamiento de el, el que ame a Dios, ame también a su hermano...”Un poeta escribió: “el amor es el atributo mas noble del alma humana”. El egoísmo empequeñece al hombre, mas el amor tiene la propiedad de enaltecerlo, la clave esta en amar y servir a nuestro prójimo, incluso a aquellos a quienes nos resulte difícil ama.

Estas dos virtudes, el amor y el servicio, son las que se requieren de vosotros, si es que vamos a ser buenos prójimos y hallar la paz en nuestra vida. No importa lo que el futuro nos depare, tengamos una relación que nos haga buenos recuerdos, que nos deje con una conciencia tranquila. Recordemos el gran mandamiento del señor: “Amaos los unos a los otros, así como yo os he amado...”.

Amad a otros

Como os he amado, amad a otros
Un nuevo mandamiento, amad a otros
Por esto sabrán que sois discípulos míos
Si os amáis unos a otros.

“y he aquí, os digo estas cosas para que aprendáis sabiduría; para que sepáis que cuando os halláis al servicio de vuestros semejantes, solo estáis al servicio de vuestro Dios.”

Como os he servido, servid a otros
Un nuevo mandamiento, servid a otros
Por esto sabrán que sois discípulos míos
Si os servís unos a otros.


Al llegar la noche me arrodille a suplicar: “Bendice a todos señor, da como tu sabes dar, el dolor del corazón afligido quita y que el enfermo sane, según tu bondad lo permita”. Al llegar un nuevo día la laborada, mi camino seguí sin pensar en nadie ni en nada, y ni siquiera pensé que alguien necesitara que otro ser sus lágrimas enjugara. Tampoco ayudar se me ocurrió a algún hermano abrumado de dolor, ni tuve ojos para ver que a mí vecino enfermo debía atender, y aun así, al llegar la noche, al orar: “bendice a todos señor” supe rogar. Pero al hacerlo, a mis oídos llego una voz que mi conciencia despertó. “Hijo mío, antes de por el bien suplicar, ¿a quien has tratado hoy tu de ayudar? Las bendiciones de Dios saben estar con los que aquí a los demás suelen dar”. Mi rostro escondí avergonzado, perdóname Dios, el egoísmo con que me he comportado, dame otro día para practicar lo que yo me atreví a suplicar.

El presidente Hunter dijo: “Aquellos que tienen el espíritu de cristo no forzan a las personas a ser mejores, sino que inspiran a las personas a ser mejores.”

Oración de un niño.

Padre celestial ¿dime estas ahí?
Y que escuchas siempre cada oración
Creo que el cielo muy cerca esta
Pues lo siento cuando empiezo a orar

A los discípulos dijo el señor:
“dejad a los niños venid a mi”
padre vengo ahora a ti
vengo a ti mediante la oración.

Ora; el esta
Habla; el te escucha
Eres su hijo
Su amor te rodea

El te contesta:
“Ama a los niños,
de los tales es el reino,
el reino de Dios.

“Ora siempre para que salgas triunfante; si, para que venzas a Satanás y te libres de las manos de los siervos de Satanás que apoyan tu obra.

(se cantan las dos estrofas al mismo tiempo por dos grupos)

Padre celestial ¿dime estas ahí?
Y que escuchas siempre cada oración
Creo que el cielo muy cerca esta
Pues lo siento cuando empiezo a orar

A los discípulos dijo el señor:
“dejad a los niños venid a mi”
padre vengo ahora a ti
vengo a ti mediante la oración.

Ora; el esta
Habla; el te escucha
Eres su hijo
Su amor te rodea

El te contesta:
“Ama a los niños,
de los tales es el reino,
el reino de Dios.


“Y estime cada hombre a su hermano como a si mismo, y ponga en práctica la virtud y la santidad delante de mi y de nuevo os digo, estime cada hombre a su hermano como a si mismo”. El presidente Harold B. Lee dijo: “no podéis ayudar a nadie a elevarse si vosotros no estáis en un lugar mas elevado que el, debéis estar seguros de que vosotros mismos estáis dando el ejemplo de lo que el debe ser y hacer. No podréis encender el fuego en el alma de nadie a menos que este mismo arda en vuestra propia alma”. “El amor es sufrido, el amor es benigno, el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se goza en la injusticia, todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta, el amor nunca deja de ser”.

Me hinque a orar, pero no por mucho tiempo, tenia muchas cosas que hacer, no puedo perder el tiempo. Me tengo que apurar pues hay muchas cosas que terminar. Salí corriendo, mi deber con Dios esta hecho, mi alma odia estar tranquila, pues ya había ido el domingo a sentarme a la iglesia. Durante el día no tuve tiempo de decir una palabra de alegría. No tuve el tiempo de hablar de Jesucristo a mis amigos, pues temía que se rieran de mí. Demasiadas cosas que hacer, esa era mi exclamación constante. No tengo tiempo, no tengo tiempo, no tengo tiempo para formarme, no tengo tiempo para dar a los demás. Y sin darme tiempo se me acabo el tiempo, y me llego el momento de morir... y cuando ante el señor me presente, el estaba frente a mi y en su mano tenia un libro, el libro de la vida... me miro con tristeza y me dijo: “no puedo encontrar tu nombre, alguna vez pensé escribirlo, pero nunca tuve tiempo”.

Secreta oración
Hay una hora de solaz en que mi corazón
De el mundo se aleja en secreta oración.
Rendiré mi corazón en secreta oración;
Ganare por ese don, con el cielo comunión.

La senda que nos llevara ala celestial mansión
Tan solo se encuentra por secreta oración.
Rendiré mi corazón en secreta oración;
Ganare por ese don, con el cielo comunión.

Al navegar por ese mar de desesperación,
Mi alma se consuela en secreta oración
Rendiré mi corazón en secreta oración;
Ganare por ese don, con el cielo comunión.

Y cuando tenga que andar por entre tentación,
A mi señor elevare secreta oración
Rendiré mi corazón en secreta oración;
Ganare por ese don, con el cielo comunión.

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